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 La Biblia y el Capitalismo Minimizar
Ubicación: BlogsBlogs de Juan Stam    
Publicado por: juanstam 17/03/2009

 

 

La Biblia y el Capitalismo

 

   En el Colegio donde estudié, en Paterson, Nueva Jersey, nos tocó un profesor que ninguno de nosotros podrá olvidar jamás. Lucía el pintoresco apellido de "Bontekoe" ("vaca abigarrada", en holandés) y era una mezcla de Don Quixote y Sören Kierkegaard con una fuerte dosis de Sócrates. "Bonty" fue el profesor que nos hizo pensar, y pensar críticamente. Un día nos asignó la desafiante tarea de buscar las bases bíblicas del capitalismo. Esa pesquisa provocativa creó tempestades dentro de mi cerebro que me siguen inquietando hasta el día de hoy.

 

   ¡Qué tarea más difícil! Como buenos cristianos y cristianas (y calvinistas, por feria), sabíamos que nuestra fe tenía que ser integral y que nuestra ética tenía que estar fundada en las sagradas escrituras. Pero nuestra búsqueda no fue nada fácil, y sabíamos que tendríamos que defender nuestras propuestas ante el riguroso escrutinio del maestro. Algunos apelamos al octavo mandamiento, pero él nos preguntó si no robaban los capitalistas (hoy día, ¡quién lo puede dudar!). Otros apelaron a algunas parábolas de Jesús, pero el profesor cuestionó nuestra interpretación de esas parábolas y señaló que era precario sacar doctrinas de las parábolas, que tenían otro propósito.

 

   Tampoco es que la Biblia no hablara de la ética política o que no tuviera mucho que decirnos sobre la vida económica. Tiene mucho que decir, aunque por supuesto sus enseñanzas tienen que entenderse en su contexto antiguo y no deben tratarse como modelos a copiar mecánicamente hoy. Nuestra moderna economía de mercado internacional es muy distinta a la economía agraria de ellos. Pero creo que podemos encontrar en la Biblia unos principios fundamentales para nuestra orientación hacia temas económicos, y lejos de ser pro-capitalistas, me parece que favorecen de una u otra manera al socialismo. A ver...

 

   El primer político de la Biblia, en el sentido de ocupar un puesto en el gobierno de un país, fue José, quien fue también el primer "carismático" (Gén 41:38). Después de interpretar, con sus dones espirituales, los sueños del Faraón y el futuro de la economía egipcia, José entró en el gobierno de Egipto al más alto nivel: Primer Ministro, Ministro de Agricultura y Economía, y Ministro de Planificación. Y según el relato de Génesis 47, José reestructuró drásticamente todo el sistema económico de Egipto. Nacionalizó toda la agricultura y hasta la tierra en una economía centralizada y planificada, para salvar muchas vidas (Gén 50:20). Implantó una economía para la vida y no para la ganancia de algunos y la miseria de otros.

 

   No pretendo ahora afirmar una interpretación literal de este relato, pero de alguna forma debemos verlo como un mensaje sobre la ética teológica de la economía. Tampoco pienso que la gestión de José fuera una solución económica para los problemas de hoy. Pero me parece claro que el relato tiene un significado anti-capitalista. No me explico cómo nuestros políticos han logrado demonizar la nacionalización, como si estuviera opuesta a la fe y la Biblia, y santificar la "libre" competencia como el único modelo legítimo para la vida económica.  ¡Qué ironía hoy, que mientras algunos países latinoamericanos acaban de casarse con la privatización y los tratados de "libre" comercio, en los mismos Estados Unidos se comienza a hablar de nacionalizar la banca (por lo menos, en parte) y otros sectores de la economía estadounidense.

 

   ¿Qué tipo de economía habría promovido José si hubiera sido un neo-liberal (pido disculpas por el anacronismo)? Durante los siete años de las vacas gordas, se hubiera vivido una borrachera de consumismo, como ha pasado al mundo capitalista en las últimas décadas. No se hubiera planificado la economía para posibles tiempos de escasez; más bien, se hubiera desregularizado. Pero al llegar los años de las vacas flacas, con exceso de demanda y falta de oferta, los precios hubieran disparado hacia el cielo y una plaga de hambre y muerte hubiera cubierto toda la tierra. ¿Podría eso ser la voluntad de Dios?

 

   Durante largos años he seguido buscando una respuesta a la pregunta de nuestro profesor, y creo haber encontrado el principio medular de un sistema económico conforme a la voluntad de Dios. Creo que ese principio es la igualdad. En todo momento, la perspectiva económica de la Biblia (y de la iglesia primitiva) se orientaba hacia la mayor igualdad humanamente posible. Al contrario, un sistema económico que favorece a los ya ricos, aun cuando no excluya del todo a los pobres, es anti-bíblico. Creo que por eso la Biblia, y la iglesia durante siglos, prohibían la práctica de la usura. En el fondo, ¿es justo que los que ya tienen y les sobra saquen ganancias a expensas de los que no tienen? ¿Es justo que los que son dueños de varias casas se enriquezcan más cobrando altos alquileres a los que no han logrado ser dueños de una sola vivienda? ¿No debemos reconocer una injusticia fundamental en un sistema basado en el principio básico de la desigualdad? Nuestro actual sistema produce una desigualdad creciente, y peor en América Latina que es el continente más desigual, de mayor brecha entre ricos y pobres, de todo el planeta.

 

   No estoy proponiendo que se cierren todos los bancos ni que dejen de cobrar intereses. Pero creo que, como cristianos, no debemos dar esas cuestionables ventajas por sentadas. Quizá pueden verse como un mal necesario o el mal menor. Pero si ese sistema, con sus injusticias, nos está favoreciendo, debemos reconocer que esas riquezas son en el fondo mal habidas ("riquezas injustas", Lc 16:11) y debemos intentar volver esa injusticia en justicia por hacer de nuestra vida entera un proyecto a favor de los que no han podido beneficiarse del mismo sistema y una constante lucha por cambiar el sistema.

 

   El Antiguo Testamento tiene mucha legislación social y económica, casi todo en defensa de los pobres. Era prohibido cosechar las esquinas de la finca, o recoger espigas que caían de la carreta, porque esos eran para los pobres. El deuteronomista estipula que cada séptimo año debía ser un "Año de remisión" o "Año sabático" (Deut 15:1-18) en el que debían cancelar toda deuda (y eso, que los préstamos eran sin intereses) y levantar toda servidumbre, porque "entre ustedes no deberá haber pobres" (15:4 NVI). ¿Qué pasaría con nuestro sistema bancario, y con "la deuda eterna" de los países del tercer mundo, si intentáramos seguir estos principios? Después, según Lev 25, cada año cincuenta, , después de un ciclo de siete años sabáticos, ha de declararse "año de la libertad" o "Ano de Jubileo". Lo esencial de este año, encima de las estipulaciones anteriores, consistía en una total reforma agraria, para que cada tribu y cada familia quedara con iguales recursos productivos. (Para más detalles, pueden consultar en este mismo sitio web los artículos #30 con fecha 12.18.07 y #39 y 40 fechados 4.8.08).

 

   Algunos afirman, equivocadamente, que esta legislación nunca se cumplió en Israel, por lo que no tiene vigencia como paradigma hoy. Hay evidencias bíblicas que sí se practicaban estas leyes igualitarias, por ejemplo cuando Israel tomó posesión de Canaán y cuando regresaron del exilio. Pero además, Jeremías 34 muestra que cuando los israelitas no cumplían el Jubileo, sabían que estaban desobedeciendo a Dios e incumpliendo las condiciones del pacto.

 

   Hay una frase en Lev 25 que es especialmente importante: "La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra es mía y ustedes no son más que forasteros y huéspedes" (Lv 25:23 NVI). El pensamiento hebreo tomaba con total seriedad el hecho de que todo sin excepción pertenece a Dios. "De Yahvé es la tierra y todo cuanto hay en ella" (Sal 24:1), y nosotros no somos dueños sino mayordomos del Dueño que nos permite ser huéspedes en su casa. Este concepto, profundamente bíblico y muy radical, no deja lugar por la primacía del concepto de propiedad privada que domina en el capitalismo. El derecho a la propiedad no es absoluto; más bien, bíblicamente, no existe. La posesión no es derecho sino gracia.

 

   El Pentecostés, fiel a esta tradición, fue un nuevo Jubileo ahora en el Espíritu de Yahvé (cf. Isa 61:1-3; Lc 4:18-19). El proyecto socio-económico del final de Hechos 2 no fue accidental ni un mero apéndice al relato del derramamiento del Espíritu. Una señal del don pentecostal tuvo que ser "buenas nuevas para los pobres, liberación a los cautivos" (Isa 61:1-2), y lo cumplió la nueva comunidad (Hech 2:42-47). La pentecostalidad hoy nos exige también esta práctica de justicia (no es mera filantropía, sino justicia), porque sin Jubileo no hay Pentecostés. ¡El Pentecostés es también un proyecto de igualdad económica!

 

   Las descripciones de esta comunidad cristiana original están repletas de conceptos de tipo socialista, difícilmente compatibles con el capitalismo: los fieles "tenían todo en común (¡comun-ismo!); vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno" (Hech 2:44-45). Más adelante nos informa que "nadie consideraba suya ninguna de sus posesiones, sino que las compartían" de modo que "no había ningún necesitado entre ellos" (Hech 4:32,34), porque los ricos hasta vendían sus posesiones "para que se distribuyera a cada uno según su necesidad" (4:35). Así debe ser también hoy, conforme a nuestro contexto, la práctica pentecostal entre nosotros.

 

   Este proyecto no fue pasajero; los creyentes siguieron compartiendo con los pobres (Gál 2:10). Lo más impresionante es que Pablo dedicó el clímax de su ministerio a un proyecto de ayuda económica para los y las pobres de Jerusalén, llevando consigo los creyentes "primogénitos" y las monedas de las provincias evangelizadas por él (Rom 15:25-31; 1 Cor 16:1-4; 2 Cor 8-9; Hch 20:1-6,22-25; 21:10-14). Pablo hizo este peregrinaje a Jerusalén con dos objetivos: ayuda económica a los pobres, y un gran gesto de unidad en Cristo, hacia los de Jerusalén que le habían hecho mucha guerra. A pesar de profecías que le advertían de los peligros de su viaje, Pablo fue fiel al proyecto, llegó hasta Jerusalén y de ahí fue a Roma en cadenas.

 

   En 2 Corintios 8-9 Pablo está solicitando fondos para este proyecto, pero lo hace con una bella teología de la gracia de Aquel que siendo rico se hizo pobre para enriquecer a otros (2 Cor 8:9), quien también es poderoso para hacer que abunde en ellas la gracia de compartir con los pobres (9:8-11). El compartir es una acción eucarística, de gratitud (eujaristia) a Dios por su gracia (jaris). En  medio de esta solicitud de ofrendas, Pablo recurre dos veces al principio central y fundamental de la ética económica bíblica: la igualdad. "Es más bien cuestión de igualdad. En las circunstancias actuales la abundancia de ustedes suplirá lo que ellos necesitan... Así habrá igualdad" (2 Cor 8:13-14).

 

   El comentario de Juan Calvino sobre este texto es elocuente: "Dios quiere que haya tal analogía e igualdad entre nosotros, que cada cual ha de suministrar a los que tienen menos, según esté a su alcance, a fin de que algunos no tengan en demasía, y otros estén en aprietos”. (Agradezco al hermano Sergio Arce por esta cita de Calvino).

   Sigue mi peregrinaje. En mi búsqueda de bases bíblicas del capitalismo, inspirada por mi viejo profesor, voy encontrando algo que se parece mucho más al socialismo. No comencé esta aventura con la menor sospecha de ese descubrimiento. ¿Habrá algo que no estoy viendo o que estoy viendo mal? Quizá algún lector amable podría aclarar mejor este tema y ayudarnos a encontrar una convincente base bíblica para el capitalismo. Invitamos participaciones...

 

 

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Cometarios (27)  
Re: La Biblia y el Capitalismo    Por Gastón Guzmán el 18/03/2009
Gracias Don Juan por invitarnos a "pensar". Soy pastor de una congregación Menonita de clase media para arriba y este tema está "calentándome" la cabeza y el corazón. Creo que Jesús era "socialista -humanista". Ocúpense de los pobres, hagan justicia al débil (el que de alguna manera es oprimido por otro o una multinacional o...) Yo que intento ser práctico estoy con Pablo. Rm 12<br>No amoldarse...cambiar (metamorfosear)la manera de pensar... vivir y recién conocer la voluntad agradable y perfecta del Señor. seguiré pensando y le cuento cómo me va. <br><br>

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por Freddy Méndez el 19/03/2009
Gracias don Juan por estos testamentos de gracia que traen luz en nuestras oscuridades.<br>El asunto es que hemos aceptado el capitalismo, el materialismo y el consumismo como doctrina bíblica, cuando muchas veces son doctrinas o dogmas de hombres.<br>Y siendo honestos, en nuestras tierras seguimos dando por sentado que todo lo que viene de afuera así es; tecnología, ciencia, filosofía, economía y claro teología, en especial si es del Norte, o de Europa o de paises llamados desarrollados. Tan así que si surge otra teología o una teología contextual, encarnacional, vivencial e integral, se tilda como diabólica o antibíblica.<br>Para el caso, parece que la idea de propiedad, tesoros, etc es diferente desde la perspectiva de Dios. Por eso Jesús apunta que donde está nuestro tesoro allí está nuestro corazón. ¿Cuál es nuestro tesoro? ¿Dónde tenemos puesta nuestra razón de vivir? ¿En lo pasajero aunque no negamos que necesitamos ciertos bienes?<br>En algún momento de su vida, quizá el hombre más famoso, rico, sabio y opulente de la historia; Salomón, expresó luego de definir en Eclesiasites capítulo 2 que todo había tenido incluyendo propiedades, fama, riqueza, amigos poderosos, mujeres, placeres sin límites, etc, y expresa en un versículo: Aborrecí por tanto la vida. Y cierra diciendo convencido en 12:13; El fin de todo el discurso oido es este; teme a Dios y guarda sus mandamientos porque esto es el todo del hombre. Interesante.<br>Henry Nowen deja entrever que entre más poseemos más nos aferramos a esa posesión y menos nos aferramos a Dios. Quizá por eso Jesús dice que difícilmente entran ricos en el reino de Dios, en referencia al joven rico.<br>

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por Freddy Méndez el 19/03/2009
Les dejo esta canción de Perales para el caso.<br><br>Me Han Contado Que Existe Un Paraíso<br><br>Me han contado que existe un paraíso <br>adonde va la gente <br>no importa lo malvado que hayas sido <br>si un día te arrepientes. <br><br>Olvidé preguntar si había un sitio <br>para los fumadores. <br><br>Lo que parece cierto es que no van <br>los especuladores <br><br>Ni los banqueros <br>ni dictadores <br>ni los que mienten desde su tribuna <br>ni los estafadores <br>que su camello es demasiado grande <br>y el ojo de su aguja <br>tan pequeño <br><br>Que a medida que crece su fortuna <br>el camino a ese cielo es más estrecho <br>Me han contado que existe un paraíso. <br><br>Me han contado que existe un paraíso <br>donde cabemos todos. <br>Que por solo un minuto arrepentido <br>te lo perdonan todo. <br><br>Olvidé preguntar si había un sitio <br>donde escribir canciones. <br><br>Lo que parece cierto es que no van <br>los que se creen mejores. <br><br>Los vanidosos <br>los elegidos <br>los pregoneros de sus caridades <br>los dueños de la tierra <br>que su poder es demasiado grande <br>y el hueco de su alma <br>tan pequeño. <br><br>Que a medida que crece su fortuna <br>el camino a ese cielo es mas estrecho. <br><br>Que no hay soberbios <br>ni terroristas <br>ni tratantes de blancas ni de negros <br>que no hay violadores <br>traficantes de niños ni de sueños <br>ni lobos disfrazados <br>de corderos. <br><br>Que a medida que crece su fortuna <br>el camino a ese cielo es más estrecho. <br><br>Que ha medida que crece su fortuna <br>el camino a ese cielo es más estrecho. <br><br>Me han contado que existe un paraíso<br>

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por Manuel SalomónLargaespada el 19/03/2009
Don Juan, usted asegura que las medidas de José no hicieron ricos a otros. Yo sospecho que si algunos quedaron mas ricos, tal como Faraon , su Gobierno yel mismo José y otros quedaron mas pobres tal como la mayoría del pueblo que, sobrevivió, pero quedó como eso , como meros sobrevivientes, algo parecido a nuestros pueblos pobres de hoy en día.<br>Le agradezco grandemente elayudarnos a entender que el capitalismo no es la solución divina.<br><br>

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por Juan Stam el 19/03/2009
Gracias, hermano Manuel, por tu valiosa observación y legítima pregunta y probablemente tienes razón. En realidad, me citas un poco inexactamente, porque no afirmo que las medidas económicas de José produjeron una perfecta igualdad, cosa humanamente posible, sino que su plan económico fue diseñado en función de la vida de todos y no del lucro de algunos. Fue un proyecto de alimentación internacional. Lo importante del ejemplo de José es la presencia de un carismático en un gobierno, su proyecto de nacionalización centralizada, y la organización de la economía con miras a sostener la vida de todos.

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por luis cordova el 19/03/2009
hay que hacer la aclaración importante de que el comunismo (objetivo e ideal bíblico) aquí no tiene nada que ver con el comunismo del mundo presente en muchas naciones del mundo actual. Es más la aclaración está en que este comunismo se ilustra sólamente dentro de la iglesia y no en un estado o nación. Esto resuelve este punto creo. Muy buen artículo.

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por alvaro silva el 20/03/2009
en el libro de hechos dice: como dijo el Señor: "mejor es dar que recibir", el capitalismo es vender y recibir, comprar, vender , recibir y recibir, hasta tener una fortuna. el capitalismo no va con la biblia,<br>el reino de los cielos muestra que es mejor dar que recibir, ayudar al necesitado, bienaventurado el que da, todo lo de este mundo peresera.

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por J. R. el 21/03/2009
Gracias querido hermano Juan. La verdad es que su pregunta nos invita a pensar sobre la situación actual de nuestras iglesias, en especial mi iglesia pentecostal, y las influencias recientes de la economía de mercado norteamericana, llámese Teología de la Prosperidad. Lo que me pregunto es si realmente nos presenta la Palabra un modelo comunista de manejo de la cosa pública. Ciertamente se puede trabajar el capitalismo buscando en cierta forma el bien colectivo, solo que desgraciadamente la condición pecadora del hombre lo echa´a perder. Pero no es exactamente esto lo que sucede también en el comunismo? No me atrevo a defender ningun tipo de ideología humana como Palabra de Dios. Dicho esto debo decir que sin lugar a dudas existe un principio bíblico de la igualdad, y como iglesia debemos ser los primeros en perseguirlo, el Reino es un Reino de igualdad, y nosotros estamos llamados a ser señales de este Reino. Ahora es posible: ¿es posible el establecimiento de ese Reino mediante políticas humanas y teorias económicas? Yo creo que tanto la Biblia, como la historia humana, nos han mostrado que esto no es posible. Para buscar la igualdad debemos buscar el Reino y negarnos a nosotros mismos, esto lo hacemos mediante la busqueda personal de Dios, y la predicación de Su Palabra; no a través de teorías economicas, sin importar si van a la izquierda o la derecha.

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por Pastor Iram Abimelec Ibarra el 23/03/2009
Gracias por despertar este interès en nuestra reflexiòn queirido hermano Juan. Algunos cientificos afirman que han existido en la historia de la humanidad cuatro modelos econòmicos: El Esclavista, El Feudalista, El Comunista y el Capitalista. Marx creyò que el comunismo sustituiria al modelo capitalista en una posible caìda (que hoy se esta viviendo). Aunque se cree que al modelo capitalista le quedan muchos màs años como durò el esclavia y el feudalista. ¿Còmo ve ese pasaje hno Juan en donde en Apocalispsis 18 creo que se ve un modelo Neoliberal-capitalista desenfrenado por la Babilonia? Pareciera que ese espiritu babilònico es solo mercantil y de una busqueda insaciable y de enriquecmiento (incluso ilìcito) por poderosos del mundo. ¿Babilonia serà un modelo econòmico capitalita anti-Reino de los Cielos?

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por Manuel Arguedas Castro el 27/03/2009
Como militante de la fe cristiana desde la dimensión menonita, me siento muy complacido de poder leer este artículo del hermano Juan. Jesús no fue neutral, él optó por los pobres, así de simple. Estoy seguro de que en nuestra lucha opor un mundo mejor en contra del capitalismo salvaje él nos acompaña siempre.

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por Juan Stam el 30/03/2009
Apreciados Iram y Manuel, Gracias por tus correos. Estoy totalmente de acuerdo con ambos. Hace unos meses redacté el borrador del comentario de Apoc 18. Tengo varios escritos sobre este tema y otro artículo, "Lo que los cristianos podemos aprender de Karl Marx". Si les interesa, escríban me juanstam@gmail.com

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por Guillermo W. Méndez el 13/04/2009
Querido Juan, que gusto encontrarte en internet. He aqui algunos comentarios solo para aprovechar la oportunidad de saludarte.<br><br>No me sorprende de qué lado tu piensas que esta la voluntad de Dios en este tema. Ese es un viejo dialogo (1980s?)... Me sorprende que, con todo y las disculpas solicitadas aqui y alla, como siempre que se opta por modelos económicos, tu, nuestro profeta de la hermeneutica (y lo digo en serio eh!!!) seas selectivo e incurras en una que otra dosis de "eisegesis". <br><br>Las economias del Antiguo Cercano Oriente eran nacionalistas por que eran construidas en torno al rey (faraón en este caso). Concuerdo que eso que da la posibilidad de evitar el despilfarro de las vacas gordas. Por supuesto que tu punto es fuerte si se recuerda que es la sabiduría de Dios la que inspira a Jose, pero no podia sugerir otra cosa mas que revisar lo que se hacia en todos los reinos de su dia, asegurar la autorida y derechos reales.<br><br>Me parece un tanto sesgada la opinión de que el socialismo de José "Implantó una economía para la vida y no para la ganancia de algunos y la miseria de otros".Eso no fue cierto en la economía de José y no lo es tampoco en la economía socialista del siglo XX y XXI. Ni farahon, ni José, ni los socialistas de nuestro día han abdicado a sus riquezas y privilegios!! Tampoco esperamos que, sin las reglas adecuadas lo hagan, eso seria pretender que es posible cambiar la naturaleza humana cuando se milita en el partido... Solo hay que ver a la vecina Nicaragua.<br><br>Concedo el punto de que se puede construir un solido caso biblicamente a favor del igualitarismo en ambos testamentos. Pero solo si se admite que, de igual manera, se puede construir un caso a favor de la igualdad de la ley para todos o de la igualdad de oportunidades, y aun de la desigual capacidad de los hombres para aprovechar esa igualdad. <br><br>A riesgo de incurrir en los mismos (o peores) anacronismos me pregunto si Abraham "el padre de la fe" no se parece, a ratos, mas al empresario que al estatista de hoy. ¿Y los reyes? ¿No son esa odiosa burguesía que Dios permite que gobierne a su pueblo? ¿Y que decir del "free lancer" Pablo, que no fue a rendir cuentas ni a pedir instrucciones a Jerusalen? ¿No es Jesus a ratos un disidente que se opone al establishment y a ratos un "radical" "conservador" (para tomar otros comentarios positivos tuyos) queriendo volver a la fe mas que a la politica del Estado? <br><br>Mi confesion y convicción, es que no hay socialismo ni capitalismo en la mente de Dios, que el marco del debate ideológico de nuestro dia no le hace justicia a esa economia agraria, monarquica y mercantilista (favorece a los asociados al palacio), de tiempos bíblicos.<br><br>Concedo que Dios ha optado por los pobres, pero no me parece adecuado hallarlos solo en un tipo de sociedades modernas. Estan en todas partes, en America Latina ciertamente, estan ademas, con espíritu castrado incluido, en sociedades socialistas y aun en Estado Unidos, como tu sabes mejor que yo.<br><br>En fin, me parece que he comunicado mi opción por la exégesis, que tu nos recuerdas siempre (en vez de optar por el debate de hoy). Si me arrinconas y me pides definirme en la areca de las opciones humanas, si algo me interesa del debate de hoy es preguntarme por el papel de las reglas en la sociedad. Quiza Dios no sea capitalista, pero si le interesa el imperio de la ley, respetar a la persona humana y protegerla, esa es ley que libera en vez de controlar.<br><br>Con todo Juan, tu eres nuestro "Bontekoe". Siempre es una alegría verte y un deleite leerte. Con el afecto de siempre....<br><br>

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por Juan Stam el 16/04/2009
Apreciado Guillermo, me trajo muchos recuerdos gratos recibir tu correo, y me alegré porque tu respuesta, muy seria y razonada, es lo que quise motivar con el articulo. Desde jueves santo he estado sin correo, así que te contestaré rápidamente ahora y por correo aparte voy a responder con más detalle, punto por punto (si interesa a otros, pueden escribir a juanstam@gmail.com). <br><br> No encuentro que tus comentarios mostraran "eiségesis" mía de ningún texto en mi escrito; planteas más bien argumentos inferenciales de ciertos hechos pero sin exégesis bíblica. (Quizá tus comentarios apuntan a una posible debilidad mía, de tomar el texto demasiado literalmente, cosa de la que me han acusado más de una vez). Tu mencionas, con toda razón, pasajes que piensas que debían tomarse en cuenta también..Los veo mucho menos centrales y no veo que contradigan mi tesis.<br><br> Mi artículo no representa una opción por ningún sistema moderno, ni razona desde algún a priori ideológico; más bien, eran los textos que me llevaron a estas convicciones. "Las disculpas" que tu mencionas van en serio, matizando el argumento para que no se confundiera como una apología anacrónica del socialismo moderno. Sólo digo que las enseñanzas bíblicas al respecto, desde Génesis hasta el Apocalipsis, favorecen más a alguna tendencia socialista que al capitalismo. No veo, ni tampoco en tus argumentos, razones bíblicas, de fuerza exegética, a favor del capitalismo. Bueno, pronto te escribo. Por ahora, te reitero mi aprecio y profunda admiración. un abrazo, Juan<br>

La Biblia y el Capitalismo    Por enrique garcia grooscors el 19/04/2009
Gracias hermano doy al Dios de la Historia, por sus reflexiones y aterrizamiento de lo que es el reino de los cielos. Desde la decada del 70 y 80 cuando milité en MUEVE, había un grupo de hermanos que compartíamos sus criterios; actualmente, aunque sigo siendo un guerrillero de Jesús, ya no milito en ese movimiento, ya que al igual de algunas Iglesias evangelicas, se han dejado llevar por el envenamiento de los medios de comunicación, que siguen interpretando que el socialismo es sinónimo de Infierno.

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por Francisco C. el 21/04/2009
Me parece que el tema planteado tiene especial importancia para el momento actual. El capitalismo se encuentra al principio de su "crisis", la acumulacion de la riqueza en pocas manos ya es practicamente un hecho irrefutable. Si buscamos el origen del capitalismo en la biblia tendriamos necesariamente que remitirnos al genesis, ya que es ahi donde Dios da los primeros principios para el ser humano, a Adan y Eva les dice que deben fructificar y multiplicar, tambien agrega que deben enseñorearse de la creación.(sojuzgar la tierra) Si bien eres un mayordomo de la creación, esto cambia con la caída; de ahi en adelante la situación es de continuo al deterioro, por lo tanto buscar en la historia de la antiguedad la respuesta al capitalismo o al socialismo no creo sea lo mas adecuado, talvez encontremos algunas formas de solucionar situaciones que aparecen en distintos momentos ( hambre en la tierra, periodos de abundancia y de escasez, plagas, dominacion extranjera, etc.) frente a los cuales Dios da ciertas medidas para solucionar tales situaciones. Pero no se podria decir que Dios propone un sistema económico que aplicar. Mas bien Dios va a entregar ciertos principios que pueden tener un valor real y efectivo para ese momento histórico. Ahora bien los principios que uno podria encontrar en el nuevo testamento que emanan de Jesús como la justicia, igualdad, tienen relación con con el ser humano como tal; pero en cualquier sociedad siempre van a existir pobres en terminos materiales, no existe una sociedad igualitaria ni mucho menos "comunista", recordando las palabras del apostol Pablo cuando dice que sabe vivir en la abundancia y tambien en la escasez, pero esa utopia de los neo-protestantes que predican solo la abundancia creo que escapa de la realidad. Pablo tambien dijo: "el que no trabaja que tampoco coma", no deja de ser muy significativo ya que siempre se presenta a nuestros estados latinoamericanos como subsidiarios, gastando el dinero de todos aquellos que se esfuerzan en aquellos se solo viven pidiendo a los demás. (no digo que no hay que ayudar pero a aquellos que lo requieren de verdad) La biblia deja lugar para los huerfanos y las viudas, a quienes hay que ayudar, podríamos agregar a los invalidos,etc.<br>La economía deberia estar organizada por los mas altos valores del ser humano, pero para ello el papel de la iglesia deberia ser mucho mas activa dentro de la sociedad, los empresarios no van a mejorar a sus trabajadores si no entienden quedeben ser justos, que sus "pesas" estan bien calibradas. En realidad si la iglesia cumple su función de manera adecuada no tendriamos que discutir este tipo de temas, ya que de la proyección y de pensadores cristianos surgirían nuevas formulas para el manejo económico del mundo. Recordemos que muchos de los principios del capitalismo surgen de pensadores y economistas de cuna protestante o judias, por lo tanto algo del pensamiento divino debe estar en ello. <br>

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por Gustavo Daniel el 23/04/2009
¡Muy buen artículo, estimado Profesor!<br>El fundamento de la economía clásica es el principio de la armonía de intereses: que cada uno –abandonándose a su instinto egoísta- persiga por sí mismo la mayor suma de satisfacciones y se realizará la mayor felicidad para todo el mundo. Es una idea que, desde los primeros años del SVIII, Bernard de Mandeville había desarrollado en su célebre “Fábula de las abejas”. Mandeville imagina una colmena donde las abejas son codiciosas, ávidas de provecho, de alegría, de lujo no tienen ningún escrúpulo. La colmena zumba y prospera. Pero he aquí que nuestras abejas solicitan y obtienen de Júpiter el transformarse en virtuosas, honestas, sobrias, austeras, caritativas. Entonces las industrias de lujo no tienen más salida y los precios se hunden. La cesación del trabajo hace estragos en la colmena que peligra y sucumbe. Private vices, public benefits concluye Mandeville: los vicios de los individuos son beneficios para la sociedad. El egoísmo de cada uno es condición de prosperidad general. Nada más lejos de las enseñanzas de Cristo. No se trata de que el capitalismo sea más o menos “salvaje”. Se trata de algunas bases pecaminosas sobre las que se asienta.<br>Otro basamento para el sistema económico imperante es el “darwinismo social”, el triunfo del más fuerte y, la consiguiente marginación del más débil, en este caso, el pueblo toba. Esta destrucción de la solidaridad es pecado.<br>La utopía neoliberal, que sacraliza la sociedad existente, propone como solución a esta “falta de funcionalidad”, mayor “fe” en el mercado, que es perfecto, frente al ser humano imperfecto. El mercado contiene una promesa de salvación, en el grado en el cual es sacralizado como tal. Para peor, no perciben que este concepto se trata de una utopía, sino que la identifican con la realidad, resultando una ideología totalitaria e idolátrica y, por lo tanto, contraria a la voluntad de Dios. De esta manera, la burguesía defiende su interés en nombre del interés de todos.<br>

Re: La Biblia y la Propiedad Privada.    Por Fidel Franchi. el 06/05/2015
Consideraciones preliminares:<br>El salmo 24 comienza en su versículo con estás palabras: De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.<br><br>En un sentido estricto, los seres humanos carecemos de cualquier derecho, afirmamos que tenemos derecho a vivir, sin embargo la Biblia nos enseña que la paga que merecemos por nuestra condición de pecado es la muerte, de hecho el derecho a vida se ve truncado con la muerte física producto de la caída del hombre. Aun así, Dios mismo dijo: “no mataras” y el concepto del derecho a la vida esta desarrollado en la misma palabra de Dios.<br><br>En cuanto a los bienes materiales, en un sentido estricto, ni el individuo a titulo personal, ni las familias o comunidades en forma colectiva, ni siquiera el estado ni mucho menos ningún gobierno de turno, nadie en la humanidad tiene derecho a poseer absolutamente nada. Porque todo le pertenece a Dios.<br><br>El salmo 24 comienza en su versículo con estás palabras: De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.<br><br>Sin embargo, a través de las paginas de la palabra de Dios, podemos notar como se desarrolla el concepto de propiedad privada reconocido por Dios. <br><br>Tengamos en mente que "poseemos" propiedades, las compramos y vendemos, redactamos documentos y títulos que firmamos y sellamos, etc., pero realmente no tenemos nada. Ni el individuo a titulo personal, ni las familias o comunidades en forma colectiva, ni siquiera el estado ni mucho menos ningún gobierno de turno, no tenemos nada. <br><br>Dios, que en el principio creó los cielos y la tierra, lo tiene todo, incluyendo la misma tierra y todo lo que hay en y sobre ella. Ahora bien, la propiedad privada ha sido la manera en como Dios ha otorgado a cada individuo la responsabilidad personal de administrar aquello que le pertenece a Dios mientras vivamos en este mundo temporal. <br><br>La responsabilidad personal es un concepto bíblico muy claro y aplica no solo en cuanto a la responsabilidad de cada individuo de responder o no al mensaje del evangelio, sino también incluye lo que cada individuo hace con su vida y con las cosas que llegan a sus manos. “De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.” Rom. 14:12. No daremos cuenta a Dios como un colectivo sino como seres individuales. <br><br>Somos sólo mayordomos, cuidadores. Se nos habla de "subyugarla", atenderla y tomar cuido de ella. En otras palabras: somos nada más administradores de la propiedad de Dios. Pero, ¡qué indescriptible privilegio, qué suprema felicidad debe surgir en nuestros corazones, siendo mayordomos a cargo de la propiedad del Rey de reyes y Señor de señores! <br><br>LA PROPIEDAD PRIVADA EN LA BIBLIA: <br>La propiedad privada fue practicada desde un principio. Cuando Caín trajo algunos frutos del suelo que cultivaba, como ofrenda al Señor, y Abel algunas de las primicias de los rebaños que criaba, ninguno consideró que estaba trayendo alguna propiedad común de ambos, sino cada uno lo suyo, de su propiedad personal. <br><br>En Gen. 13:2 leemos, "Abram era muy rico en ganado, en plata, y en oro." Ciertamente todo eso era de su propiedad privada. Gén. 23:3-20 cuenta la compra de un campo por Abraham: "Así el campo y la cueva que en el mismo había, fueron traspasadas por escritura a Abraham por los hijos de Het, como propiedad para el lugar de la tumba." La propiedad privada del campo cambió de manos por la suma de 400 siclos de plata (vv. 15-16). <br><br><br>Y en Gén. 26:13-14 se nos dice de Isaac que "comenzó a prosperar, y continuó así hasta que se hizo muy próspero, y tuvo posesiones en mucho ganado y mucha labranza, y gran número de sirvientes." Es claro que estas posesiones fueron de su propiedad privada; y en el verso 12 se nos dice que su prosperidad se debió a la bendición del Señor. <br><br>"No robarás" dice Ex. 20:15. Y escribe Harold O. J. Brown: "El Nuevo Testamento reconoce juntamente con el Antiguo el derecho a la propiedad privada, y lo da por supuesto. El mandamiento contra el robo en el Decálogo es sólo la más destacada de muchas referencias." (7) "No codiciarás lo de tu prójimo... buey ni asno ni nada suyo." Ex. 20:17. ¿Qué más obvio en este verso que la enseñanza de la propiedad privada? <br><br>Entre las leyes dadas por Dios a los israelitas en el Monte Sinaí, también algunas llanamente enseñan el concepto de propiedad privada, como en Ex. 22:1-15 y 23:4-5. Y si Dios hubiese querido la tenencia común de la propiedad, ¿no lo habría instituido así para Su pueblo elegido? <br><br>En Ex. 25:1-7, se habla a todo aquel de corazón dispuesto respecto a traer alguna ofrenda para la construcción del Tabernáculo, pero de su propiedad privada. Y en las detalladas instrucciones sobre las ofrendas por el pecado -primeros capítulos de Levítico- cada cual trae su animal, su paloma o su grano, cualquier cosa así, pero de su propiedad privada personal. <br><br>Y en la narración de Núm. 16:30-33, la tierra se abre y se traga a Korán, Datán y Abirán, y dice que todos sus bienes desaparecieron con ellos. Si esos bienes se hubiesen tenido en propiedad común en lugar de privada, sería impensable que fuesen enterrados con las personas. <br><br>Y Booz -en el libro de Ruth- era un terrateniente y empleador, que por cierto se llevaba bien con sus empleados (ver 2:4.) Además allí se informa sobre un intercambio libre y voluntario de propiedad privada (ver 4:7-9.) Booz -como Abraham, Isaac, Jacob, Job y otras personas altamente favorecidas por Dios- era un capitalista, o sea uno de esos seres supuestamente malignos, tan denunciados por tanta gente de nuestra engreída burocracia federal, de nuestros jerarcas sindicales, y de nuestros líderes eclesiásticos (casi digo teólogos) <br><br>2 Sam. 24:24 describe cómo hasta los reyes respetaban la propiedad privada, en el caso de Ernán o Arauna el jebuseo, a quien el Rey David insiste en pagar el precio del terreno que deseaba comprar. <br><br>En Prov. 12:10-11 se nos dice que debemos ser considerados con nuestros animales, y diligentes en la labranza de nuestros terrenos, dando por supuesta la propiedad privada sobre ellos. <br><br>Jer. 32:8-15 brinda una interesante narración de cómo Jeremías, durante la primera parte de su cautiverio babilónico, compró una parcela de tierra aún estando en prisión, donde había sido encerrado por el rey Zedekías de Judá. El precio se pagó, y la escritura se firmó en presencia de los testigos, y se colocó en una vasija de barro donde permaneció largo tiempo. "Porque así ha dicho Jehová el Señor de los Ejércitos, Dios de Israel: que se comprarán casas, y campos y viñas, y serán poseídas heredades en esta tierra todavía." (Es decir, aún después del cautiverio.) <br>Vamos al Nuevo Testamento. Veamos primero dos parábolas de Jesús. La de Mt. 13:24-30 habla de un terrateniente que tenía siervos. Y la de Mt. 20:1-15, habla de otro propietario de tierras que contrató a unos trabajadores para laborar en sus viñedos. En ambos casos Jesús habla de propiedades y empresas privadas. Alguien puede decir "bueno, son sólo parábolas..." Cierto, son historias para ilustrar verdades espirituales, comparando con cosas terrenales. Pero ¿cómo Jesús compararía verdades espirituales con cosas terrenales siendo estas en sí mismas mentirosas? Muy difícil. Note especialmente 20:15: "¿No me es lícito hacer lo que quiero con mis propias cosas?" <br><br>Hay quienes afirman que Hechos 4-32:37 apoya el comunismo y el socialismo. Falso; es una falacia. Los fieles creyentes que allí se describen, dieron voluntariamente algo de su propiedad a los apóstoles, para su distribución entre los pobres de la congregación. Allí no hay gobierno ni nadie empleando fuerza para distribuir discrecionalmente. Y en Filipos, Pablo y sus compañeros se encontraron con Lydia, una mujer empresaria, que comerciaba en costosas tinturas para la ropa (Hechos 16:14), en cuya casa pararon un tiempo (vv. 15, 40). Lydia manejaba su propio negocio, en pos de su ganancia. <br><br>La explicación que Martín Lutero hace del 7mo. Mandamiento en su Catecismo Pequeño, muestra que consideraba la propiedad privada como don y bendición de Dios. Y dice C. F. W. Walther: "La razón... requiere el mantenimiento de la propiedad privada, porque habita en el hombre natural cierto deseo de libertad e independencia, y si el hombre no es en cierta medida libre e independiente, no puede ser feliz. Si Ud. acaba con la propiedad personal, terminará también con la libertad." (8) La idea de tenencia en común de la propiedad es contraria a la naturaleza humana. Lo vemos incluso en los niños; ellos instintivamente lo saben: "Lo tuyo es tuyo y lo mío es mío." <br><br>En un sistema donde todo es propiedad pública nadie posee nada, y en consecuencia nada se cuida decentemente, y todo se arruina y naufraga. <br><br>Ahora, también algo más hay que decir. La posesión de propiedades y riquezas -incluso en gran medida- no es algo pecaminoso en sí mismo; pero puede volverse así, y es cosa potencial y extremadamente peligrosa. No deben tomarse a la ligera las solemnes advertencias de Jesús "¡Qué difícil es para los ricos entrar al reino de Dios!" (Lu 18:24); y "¿De qué aprovecha a un hombre ganar el mundo entero si pierde su propia alma?" (Mr 8:36.) <br><br>E igual "si aumentan tus riquezas, no pongas tu corazón en ellas", Sal. 62:10. Y más bien "pon tu mente en las cosas de arriba, no en las de la tierra", Col. 3:2; y "la vida de uno no consiste en la abundancia de cosas que posee", Lu 12:15b. Por tanto: "No guardes tus tesoros en la tierra... sino en el Cielo... porque donde estén tus tesoros, allí estará tu corazón también." (Mt. 6:19-21.) <br><br>"Nadie puede servir a dos señores... no puede servirse a Dios y a las riquezas, Mt. 6:24. Quienes endiosan sus propiedades sufrirán el mismo pavoroso destino que el hombre rico de Lucas 16:19-31, quien "banqueteaba suntuosamente cada día", sin importarle nada el pobre mendigo incapacitado que yacía en el suelo, "deseando alimentarse de las migajas que caían de la mesa del rico." <br><br>No debe olvidarse aquí las críticas denuncias de Santiago, respecto a aquellos ricos que viven en el placer y la lujuria (comer, beber y pasarlo bien), sin preocuparse para nada de los pobres, y a los que acumulan riquezas obtenidas con fraude, reteniendo parte de los salarios de sus trabajadores. <br><br>Toda deshonestidad en adquisición de propiedades o en compraventa de bienes es severamente condenada: "Medida y pesa falsa son abominación para el Señor, pero una balanza justa es Su delicia", Prov. 11:1. "No harás injusticia en el juicio, ni en medida de anchura, peso o volumen. Tendrás balanzas precisas, pesos cabales, efa y medida justa." Lev. 19:35-36a. También Prov. 30:23, Deut. 25:13-15, y especialmente Amós 8:4-6. <br><br>Y a todos nos son familiares los pronunciamientos de Jesús contra los fariseos, entre otras cosas por "devorarse las casas de las viudas." Y las igualmente solemnes advertencias del Apóstol Pablo contra todo tipo de engaños y falsedades. <br><br>La Biblia enseña que el trabajador tiene derecho a su salario: Lucas 10:7; 1 Timoteo 5:18. Por eso una persona tiene el derecho dado por Dios a los frutos de su labor. Si su trabajo honesto resulta en la adquisición de propiedad, esa tenencia -humanamente hablando- le pertenece a ella, sólo a ella y a nadie más. Excepto por el derecho del gobierno a decretar y recoger impuestos para sus fines legítimos, es malo privar de su propiedad a alguien, y es pecado para cualquiera, incluyendo el mismo gobierno. Supongamos que alguien posee más bienes de este mundo de lo que a mí se me ocurre que debería tener; entonces le apunto una pistola a su cabeza y le digo: "Deme parte de lo suyo para distribuir entre quienes tienen menos que Ud., así todos podemos ser más iguales." ¿Quién negaría que es una violación del "No robarás"? Si algo es malo cuando lo hace un individuo, ¿por cuál esfuerzo de imaginación se vuelve bueno cuando lo hace un gobierno...?<br><br>El despojo de una parte de los ingresos ganados por algunos, a fin de ser distribuidos entre quienes no los ganaron, es nada más que robo legalizado. Aún cuando sea demandado por los "liberales" de dentro y fuera de las iglesias, y en nombre de una supuesta "justicia social" -por la cual significan igualdad de condición económica para todos-, es algo totalmente contrario a la Escritura. <br><br>En cuanto a la justicia, la Biblia llanamente dice que debe ser imparcial, y que los pobres no deben recibir especial tratamiento a expensas de los ricos. Ex. 23:3; Lev. 19:15. No dice que los gobiernos tienen derecho o responsabilidad de redistribuir la riqueza, tomando de los ricos y dando a los pobres. La responsabilidad por la ayuda a los pobres se delega a los particulares y sus organizaciones. Ef. 4:28; Mt. 25:35-36; Prov. 21:13. <br><br>La Biblia no menosprecia el motivo de lucro. No condena a Abraham, Isaac, Jacob, Job, David u otra persona por hacerse rica. No hay nada malo en ganar tanto como se pueda. Como dijera John Wesley: "Gana todo lo que puedas, y da todo lo que puedas." (5) Aquí puede caber bien la cita de 2 Tes. 3:10: "Si alguien no trabaja, que no coma." (6) En otras palabras: a toda persona físicamente capaz que rehusé trabajar para vivir, que pase hambre antes que sea una carga para otros.<br><br>El derecho a la propiedad privada es uno de los primeros principios sobre el que las naciones libres han sido fundadas; y bajo esos principios las naciones han sido bendecidos por Dios con una gran libertad -incluso religiosa- y con prosperidad, más que aquellos países en los que la libertad religiosa y económica no existen.<br>

Comentarios sobre el articulo de juanstam    Por Fidel Franchi. el 22/01/2011
Comentarios sobre este articulo:<br>Interesante articulo, salvo que niega la gran extensión de la enseñanza bíblica sobre la Economía y el compartir. Y desconoce lo que es el socialismo, que difícilmente pueda encontrar apoyo en la Biblia. Por cierto, el origen del socialismo es el siguiente: la respuesta a este asunto, está siempre en la biblia, no en el materialismo capitalista que dice que el dinero te hará feliz, , y mucho menos en el materialismo histórico-Marxista, el cual es Ateo por definición, (lean a Marx y al socialismo: es Ateo) y que enseña que lo único que existe es el mundo material, y que plantea que No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. <br><br>En otras palabras, que el hombre nace bueno, y la sociedad lo corrompe (Lean a Marx y a los fundamentos del socialismo el cual es contrario a la Biblia) , cuando la biblia enseña que el hombre nace siendo malo Rom. 3:23, por eso la sociedad es mala y corrompida. Y En eso estriba el problema de los bienes materiales. Santiago 4. Por eso las pautas y amonestaciones en la biblia para el uso del dinero, por eso la necesitad de autoridades para mantener el orden y la paz y administrar justicia rectamente y no para promover el desorden ni la violencia, ni para obrar injusticia. Rom. 13.<br><br><br>El articulista firma: <br>“… creo que podemos encontrar en la Biblia unos principios fundamentales para nuestra orientación hacia temas económicos, y lejos de ser pro-capitalistas, me parece que favorecen de una u otra manera al socialismo. No se hubiera planificado la economía para posibles tiempos de escasez; más bien, se hubiera desregularizado.”<br><br>Países capitalistas, como noruega, Japón, o los Emiratos Árabes, han planificado sus economías para posibles tiempos de Escasez. <br><br>La Biblia ni es pro capitalista ni mucho menos pro socialista, sistema ateo en sus fundamentos. <br><br>El articulista firma: <br>“… me parece claro que el relato tiene un significado anti-capitalista.”<br><br>Tal vez hay algo anti capitalista en la biblia, al menos si anti capitalismo salvaje. Pero también hay mucho en la biblia anti socialista, esto es porque ni la Biblia ni Jesucristo fueron socialistas, ni comunistas ni tampoco capitalista. Le animamos a estudiar todo el tema de la economía en la biblia, pero también estudiar los principales postulados del socialismo (lean a Marx), hagámosle caso al presidente Chaves que dijo que si queríamos saber de que se trata su proyecto, leamos a Marx y a Engels. <br><br>El articulista firma: <br>“…Durante los siete años de las vacas gordas, se hubiera vivido una borrachera de consumismo, como ha pasado al mundo capitalista en las últimas décadas.”<br><br>Actualmente, en un Gobierno Venezolano, que ha venido imponiendo un sistema supuestamente socialista, ha vivido a menos unos 6 años, tal vez mas, durante el tiempo de las vacas gordas, con un precio del petróleo a Bs. 150 por barril, (por cierto, muy capitalista el comerciar con un bien que a lo más costará 15 dólares producirlo y venderlo a 10 veces su valor). En donde el capitalismo es malo para algunos y bueno para el gobierno, el cual si puede ser capitalista, pues, durante las vacas gordas, ha hecho exactamente lo mismo: “ha vivido una borrachera de consumismo”. Y Actualmente nos gastamos los reales, mucho de lo cual regalamos a otros países y aunque le pagamos al fondo monetario internacional estamos más endeudados que nunca, hasta debemos el petróleo que aun no hemos producido y que produciremos en los próximos 20 años. <br><br>El articulista firma: <br> “En América Latina que es el continente más desigual, de mayor brecha entre ricos y pobres, de todo el planeta.”<br><br>¿Por qué será que ha pasado esto? ¿Será porque en Latinoamérica ha habido mucho socialismo y poco capitalismo? <br><br>El articulista firma: <br>"Ano de Jubileo". Lo esencial de este año, encima de las estipulaciones anteriores, consistía en una total reforma agraria, para que cada tribu y cada familia quedara con iguales recursos productivos.<br><br>Es una práctica correcta, siempre que esos recursos productivos se le entregaran como propiedad privada a las familias, en todo caso, como propiedad de una personalidad jurídica que incluya a cada hogar por entero, y no que esos recursos productivos sean propiedad del Estado. <br><br>El articulista firma: <br> “Las descripciones de esta comunidad cristiana original están repletas de conceptos de tipo socialista,”<br><br>Nuevamente el articulista necesita estudiar lo que es el socialismo, y todo, absolutamente todo lo que la biblia enseña sobre la economía y el compartir, y sobre los principales postulados doctrinales del socialismo.”.<br><br>El articulista firma: <br> “Las descripciones de esta comunidad cristiana original están repletas de conceptos de tipo socialista, difícilmente compatibles con el capitalismo: los fieles "tenían todo en común (¡comun-ismo!); vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno" (Hech 2:44-45). Más adelante nos informa que "nadie consideraba suya ninguna de sus posesiones, sino que las compartían" de modo que "no había ningún necesitado entre ellos" (Hech 4:32,34), porque los ricos hasta vendían sus posesiones "para que se distribuyera a cada uno según su necesidad" (4:35). Así debe ser también hoy, conforme a nuestro contexto, la práctica pentecostal entre nosotros.”<br><br>Hay quienes afirman que Hechos 4-32:37 apoya el comunismo y el socialismo. Falso; es una falacia. Los fieles creyentes que allí se describen, dieron voluntariamente algo de su propiedad a los apóstoles, para su distribución entre los pobres de la congregación. Allí no hay gobierno ni nadie empleando fuerza para distribuir discrecionalmente. Y en Filipos, Pablo y sus compañeros se encontraron con Lydia, una mujer empresaria, que comerciaba en costosas tinturas para la ropa (Hechos 16:14), en cuya casa pararon un tiempo (vv. 15, 40). Lydia manejaba su propio negocio, en pos de su ganancia. <br><br>La explicación que Martín Lutero hace del 7mo. Mandamiento en su Catecismo Pequeño, muestra que consideraba la propiedad privada como don y bendición de Dios. Y dice C. F. W. Walther: "La razón... requiere el mantenimiento de la propiedad privada, porque habita en el hombre natural cierto deseo de libertad e independencia, y si el hombre no es en cierta medida libre e independiente, no puede ser feliz. Si Ud. acaba con la propiedad personal, terminará también con la libertad." (8) La idea de tenencia en común de la propiedad es contraria a la naturaleza humana. Lo vemos incluso en los niños; ellos instintivamente lo saben: "Lo tuyo es tuyo y lo mío es mío." <br><br>En un sistema donde todo es propiedad pública nadie posee nada, y en consecuencia nada se cuida decentemente, y todo se arruina y naufraga. <br><br>El articulista refiere al comentario de Calvino: <br>“El comentario de Juan Calvino sobre este texto es elocuente: "Dios quiere que haya tal analogía e igualdad entre nosotros, que cada cual ha de suministrar a los que tienen menos, según esté a su alcance, a fin de que algunos no tengan en demasía, y otros estén en aprietos”. (Agradezco al hermano Sergio Arce por esta cita de Calvino).”<br><br>Personalmente me declaro un Calvinista Moderado, por cierto, las iglesias pentecostales son todas Arminianas. Wesley, que se definía como Arminiano moderado, pero que a veces parecía más bien un calvinista moderado, señaló lo siguiente: <br><br>“Que Dios antes de la fundación del mundo eligió incondicionalmente a ciertas personas para realizar ciertas labores como por ejemplo a Pablo para predicar el evangelio, Moisés para sacar a Israel de Egipto y hasta nosotros mismos para llevar a cabo ciertos trabajos para el Señor. (Aquí vemos que Dios elige, y él no niega que no haya elección). Y ha elegido algunas naciones para recibir privilegios especiales (EEUU, Francia, Alemania, Inglaterra, etc. Israel el más notorio). Se ha elegido incondicionalmente a ciertas personas para disfrutar de muchas ventajas especiales tanto en lo temporal y lo espiritual (¿Verdad que hay seres humanos que han nacido en la miseria y van a morir en la miseria? Y hay otros seres humanos que disfrutan de muchas ventajas). Y no niego que ha elegido incondicionalmente a algunas personas para la gloria eterna (no niega que Dios eligió a alguien para salvarlo). Pero no puedo creer lo siguiente: Que todos los que no han sido elegidos para la gloria eterna deben perecer para siempre.<br><br>Por otra parte, Calvino interpreta los textos de la Biblia a los cuales apelaban los comunistas de su día. En el caso del joven príncipe rico (Mat. 19:21), no podemos concluir a partir de un caso particular en un principio universal. Puesto que el joven había hecho alarde de haber guardado todos los mandamientos, el Señor expone su hipocresía por esta prueba de ácido a su amor. Esto simplemente nos enseña que siempre debemos estar listos a dejar todo por Cristo. Especialmente en el caso de los discípulos, quienes tenían todas las cosas en común (Hch. 4:32), Calvino muestra que esto no es una recomendación al comunismo. El sentido del texto no es que todos los creyentes en Jerusalén se deshicieron de sus bienes, lo que simplemente no era cierto, sino simplemente que en el amor fraternal que les animaba no toleraban que ninguno pasara necesidad.<br>Esta condena general de las tendencias comunistas de su día no está aislada y restringida al tratado en discusión, sino que uno puede encontrar las mismas opiniones expresadas en los comentarios que tratan con estos pasajes de la Escritura (Mat. 19:20; Hch. 4:23). En un sermón (Lucas 3:11) Calvino sostiene que Juan el Bautista no condenó la propiedad personal sino que exhortó a los hombres a dar de su abundancia a aquellos que están en necesidad, puesto que Dios es el dueño absoluto, y nosotros no somos sino mayordomos de nuestras posesiones.<br><br>Ver artículo completo: http://idanielth.wordpress.com/2009/06/17/juan-calvino-y-el-mundo-de-la-economia/ <br>

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por juanstam el 22/01/2011
Saludos apreciado hermano, gracias por este artículo informativo. Creo que el concepto bíblico de la propiedad se formula en Lev 25:23: “La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es”. “No robarás” significa que un mayoesomo no debe robar a otro mayordomo. No conozco ningún texto bíblico, exegéticamente interpretado, que enseña la propiedad privada. Lutero y Calvino son importantes pero no son la última palabra en exégesis bíblica. un abrazo en Cristo, Juan<br>

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por Alex Dardovio el 07/09/2011
Me temo que el autor es un desconocedor casi completo de los concepto políticos del socialismo y capitalismo. No tiene ni la más remota idea de lo que es el socialismo en la práctica. para empezar el socialismo redistribuye la riqueza basandose de una arma: La LEY. LA Ley es el instrumento de fuerza, puede utilizarce para mantener el orden, la justicia; para mantener a cada uno dentro de su derecho. o puede utilizarce como instrumento de apropiación de las propiedades y las libertades de los individuos, cual dios pagano. Existe bastante diferencia entre entregar los bienes voluntariamente y dárselo a los pobres, y entregar los bienes y dárselo a los pobres con la amenaza de utilizar la fuerza en su contra. ¡Eso no es fraternidad!. Eso es violación de derechos. Discúlpenme hermanos en cristo, cometen un error al creer que Jesús era socialista, pues el que era socialista fue "Judas". Acuerdense cuando sugirió que se hubiese vendido el frasco de alabastro y dárselo a los pobre; la biblia dice que su intención no era ayudar a los pobre, sino tomar del dinero de la bolsa, puesto que era ladrón. no se imaginan lo que el socialismo como sistema político y económico a causado a las naciones: Miseria y Destrucción, Asesinatos, etc. No Defiendo al capitalismo, ya que este posee una confusión semántico de raíz. el capitalismo genuino es aquel donde los hombres son libres de hacer empresa e intercambiar libremente, pues así lo hacía los antiguos comerciantes. Lo que ustedes llaman capitalismo salvage, en realidad es la manifestación grotesca del mercantilismo y las prácticas estatistas de derecha, la cual obviamente no estoy de acuerdo.<br>Me sorprende tanta ignorancia, no pretendo soberbia al decir esto. me apena el corazón que nuestros maestros bíblicos sean buenos enseñando temas teológicos, pero ignorantes en los montes del gobierno civil y la economía. ¡Por favor lean antes de comentar! (Mi pueblo pereció, porque le faltó conocimiento...

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por juanstam el 07/09/2011
Saludos hermano Alex. Gracias por escribir. Me parece que se te olvidó que este artículo es un estudio bíblico, pues en todo tu comentario no encuentro base bíblica para tus juicios tan exagerados.. Además.debes distinguir entre socialismo, comunismo y marximo, etc. Creo que el socialismo democrático es lo que más corresponde a los ideales bíblicos..Un gran abraazo, Juan

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por Abad el 16/02/2013
Concuerdo con, Alex, en cuanto a las bases teoricas de los sistemas economicos que se vivieron en el siglo XX. Por otro lado pienso que virtio juicios exagerados. Muy buen articulo sobre la economia, entre opinion y opinion se va armando una pequeña tesis.

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por Ronald Olivera Yarleque el 22/04/2013
Reza el dicho la ignorancia es atrevida. Por la gracia de Dios soy economista y tambien pastor siervo de Jesucristo en Lima-peru, y no me interesa la denominacion. Para empezar el socialismo como ideologia Marxista, es ateo y materialista, el mismo metodo marxista de interpretacion de la realidad social, es decir la negacion de la negacion, nos permite NEGAR al mismo marxismo como dogma. Simple y llanamente basandonos en el mismo metodo cientifico, observamos, experimentamos y concluimos en que el socialismo es utopico, observemos en base a la experimentacion los resultados en los paises que lo han pretendido experimentar. Por otro lado el capitalismo que describio Marx ya no es el mismo capitalismo de este siglo, las economias hoy son HETERODOXAS, no existe el capitalismo puro, es decir a donde no llega el mercado debe llegar el estado y usa los tributos para este fin. La experiencia biblica de JOSE no puede interpretarse para justificar la ideologia marxista, eso es eisegesis. <br>desde mi perspectiva la economia de Jose fue CAPITALISMO DE ESTADO, existia mucho dinero producto de la abundancia Gen 47:17-32, al escasearse los productos que comprar vino la inflacion y el dinero tuvo que desaparecer, el trigo paso a reemplazar al dinero, el unico que tenia poder de compra era el estado. ojo "No repartio el trigo" sino que lo intercambio por ganado y tierra, NO SOCIALIZO LA TIERRA, sino que la poseyo. Si intercambio vacas por trigo es entendible que a los que tenian mas vacas les toco mas trigo, los que no tenian ni vacas que cambiar ofrecieron su fuerza de trabajo.

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por Saulo M. el 15/01/2014
"No se puede establecer la libertad del pobre, sobre la base de dejar sin libertad al rico”.<br>“Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo”.<br>“El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona”.<br>“Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso, mi querido amigo, es el fin de cualquier nación. No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola". <br>Dr. Adrian Rogers, 1931-2005.<br>Es muy significativo que San Pablo en su carta primera a los Tesalonicenses 4:9-12 relacione el trabajo manual o el esfuerzo profesional con carácter económico, con el amor fraternal. La situación de entonces, en la comunidad cristiana de Tesalónica, no era como la nuestra en pleno siglo XXI. <br>El trabajo estaba subordinado a la venida inminente del Señor y muchos cristianos, efervescentes e ingenuos, vivían ociosos a la caza de novedades e impresiones emotivas. No trabajaban ni siquiera para comer.<br>Por eso dice Pablo que “el que no trabaje que no coma” y como ejemplo les dice a los de Efesios que él, de ningún modo ha codiciado plata, oro o vestidos, sino que como había dicho el Señor: “más felicidad hay en dar que en recibir”. En el fondo, la cuestión del trabajo visto por Pablo, es que no puede haber parásitos en el plano social comunitario pues el trabajo aporta beneficios para todos; y eso es lo que no vemos en los llamados sistemas socialistas en donde nadie trabaja sino todos están pendientes de recibir las dadivas del estado.<br>La llamada “utopía cristiana”, que más bien es una “idea fuerza” que impulsa nuevos modos de vida basados en el amor fraternal y solidaridad cristiana, es lo que el comunismo trató de imitar pero sin éxito. El socialismo científico no era tan científico en la práctica, y la distribución de los beneficios del trabajo quedó en manos de unos pocos. (Los cogollos viven de los tontos útiles)<br>La Reforma protestante y evangélica dio al trabajo un sentido más sagrado en cuanto que enseña que la voluntad de Dios era que el hombre ganase el pan con el sudor de su frente. <br>El puritanismo llegó a tener comunidades no solo de fraternidad sino también de bienes que funcionaron muy bien durante muchos años y creó un espíritu de solidaridad digno de imitar, pero que al pasar el tiempo se enfrió el amor(Motor del asunto)y surgieron los interés personalistas. <br>Lo que Weber llamaría “espíritu del capitalismo” no nace porque estas comunidades fuesen insolidarias y se dedicasen a acumular capital, sino porque la acumulación de bienes que ese espíritu austero y trabajador produce, no tiene una visión más allá de la comunidad y eso lo convierte en un proyecto egoísta. Las comunidades puritanas suelen ser cerradas, que se conforman con lo que Dios les da, sea mucho o poco. Pero, cuando es mucho el producto de su trabajo, la acumulación de bienes se convierte en poder sobre; en vez de solidaridad con otros necesitados.<br><br><br>En la edad media se mantuvo un desprecio por el trabajo, que se adjudicaba a clases bajas y era visto como castigo o penitencia. El siglo XIX tanto en Europa Occidental como en Estados Unidos se forma una moral laboral, herencia luterana y calvinista sin duda, que considera al trabajo como fuente de todo valor y posteriormente, la cosmovisión de la sociedad y del hombre será la de un gran mercado.<br><br>La postmodernidad ha seguido apoyando el triunfo del capitalismo y ha creado un tipo de hombre enjaulado que solo vive para trabajar y trabaja porque tiene que consumir. <br>Se le pide al trabajador una ética del trabajo, mientras poco a poco se le va sustituyendo por máquinas y procesos de automatización, perdiendo valor el trabajo frente al capital. Es decir, la riqueza social ya no de pende del trabajo sino de lo que algunos han llamado “economía de casino” generada por la especulación del dinero Mientras las grandes multinacionales explotan la mano de obra barata del tercer mundo y se enriquecen, mas de la mitad de la tierra perece de hambre y miseria. Miseria que será un arma de poder para el control social y del trabajo. Es en este mundo explotado y subyugado, y al que le venden la globalización y el socialismo del siglo XXI, como sinónimo de progreso, trabajo y modernidad, con el que hay que solidarizarse y enseñar el espíritu de la comunidad cristiana.<br>Se ha dicho que la sociedad industrial tenía como paradigma el trabajo. Pero ante esta pérdida de valor del trabajo frente al capital y valores financieros así como ante las máquinas, el hombre posmoderno está abocado a que el paradigma, además del trabajo, sea el hombre completo, no separado de otros mundos como la religión, la familia, el tiempo libre o el estudio y siempre desde una concepción planetaria. Y sobre todo la comunidad cristiana debería dar respuesta a la continua perversión del dinero, a la visión de una sociedad fundada en el egoísmo radical, cuando la esencia del cristianismo debería ser el amor en una comunidad de corazones y de bienes, donde el sentido social estuviese apoyado en la justicia y el progreso social del evangelio o cristianismo.<br>En el plano del trabajo, la justicia y el progreso social, el creyente no puede conformarse con preservar los valores cristianos a la esfera de la familia o en el plano estrictamente privado. La doble moral, una “para andar por casa” y otra para “vivir en el mundo” que desarrolló el teólogo americano Reinhold Niebuhr, no deja de ser un pecado de la comunidad cristiana, que no podrá tranquilizar la conciencia si disculpa el poder del dinero, el lucro y todo el mundo económico carente de toda solidaridad con el mas necesitado. <br>Pensamientos del Doctor y Pastor, Adrian Rogers, al respecto:<br>"No se puede establecer la libertad del pobre, sobre la base de dejar sin libertad al rico”.<br>“Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo”.<br>“El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona”.<br>“Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso, mi querido amigo, es el fin de cualquier nación. No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola". <br>Dr. Adrian Rogers, 1931-2005.<br>

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por ROBERTO RODRIGUEZ ALCOCER el 04/08/2014
Gracias, mi opinión personal.<br><br>Estoy cada día mas sorprendido porque nuestra sociedad, gobierno y Iglesia se vuelve más desiguales y aquí es donde Dios por medio se su palabra nos dice " no nos afanéis" :<br><br>1) Porque por el afán de ser profesional, tener casa, vivir como rico, tener cosas materiales y principalmente el miedo de perder mañana lo que tenemos hoy ó por salir de como vivimos hoy, es que nuestro corazón se vuelve ciego, sordo, mudo y cojo, dejando totalmente de lado lo Espiritual por lograr estos afanes.<br>2) Porque muchas iglesias se afanan por tener propiedades y comodidades a sus miembros y cuanto cuesta esto (y lo peor dicen que el templo de Dios hay que tenerlo bonito), acoso Jesús tuvo templos para predicar, no, lo hacia al aire libre, y es feo decirlo, pero cuanto se invierte en las iglesias en estas cosa y que mucha veces son subutilizadas y hasta pienso que existe una competencia por el mejor templo, hermanos que nos pasa.....<br>3) Porque realmente me duele escuchar que la vida de nuestro tiempo es muy diferente a la épocas que se relatan en la Biblia y me pregunto y cómo es que decimos que Cielo y Tierra pasaran mas Tu palabra nunca pasará, entonces no estamos entendiendo la palabra de Dios según lo dice mi corazón guido por el Espíritu Santo, porque hoy en día, nos hacemos los ciego, sordos y mudo ante las desigualdad que existe en el Mundo y dentro de las mismas Iglesias, todo provocado por el Dinero.<br>4) Porque el dinero es el es como el anticristo hoy en día, porque sin el él, ya no se puede comer, no se puede vestir, no se puede viajar, no se puede predicar, o sea, no eres nada en la sociedad e incluso en las iglesias sin él, pero es él único que te permite ser diferente en la sociedad o sea un desigual.<br><br>Termino con dos frases de alguien que quizás no sea cristiano pero un gran pensador, Gandi:<br><br>"No me preocupan las acciones de los malos, si no, la indiferencia de los Buenos".<br><br>"Me gusta Cristo, pero no me gustan los cristianos".<br><br>

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por Daniel el 23/10/2014
De acuerdo don juan, es usted un exegeta.

Re: La Biblia y el Capitalismo    Por Flavio Espinosa el 12/02/2020
Pues yo nunca había tenido en cuenta lo que decía la biblia Lev 25 y deutoronomio 1- ,18 y claramente se ve que no tienen que ver con el capitalismo que hoy gobierna al mundo para un capitalista común hoy en día sería puro socialismo aunque en este caso sería dictaminado por dios lo digo porque hoy En cada país hace sus propias leyes y no como lo hacía dios directamente a su pueblo Israel<br>


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